Lo he leido por encima pero creo que va bastante al grano...
El uso y abuso de las técnicas de manipulación de conducta es la piedra angular de nuestra civilización, y nadie se atreve a afrontar el tema pero todos los que se pueden beneficiar de esto lo hacen sin respetar a nada ni a nadie, y siempre es el poderoso que abusa del débil, es el mayor abuso de jamas inventado, el mas utilizado desde tiempos inmemoriales y el que más daño hace a nuestra sociedad.
Es tan grave el abuso de las técnicas de manipulación de conducta que afecta a todos los más fundamentales derechos humanos, a la esencia de la democracia y a todos los actos humanos en general. Pero como estamos sometidos a estos abusos en todos los actos de nuestra vida, nadie dice nada porque es un yugo que nos ponen desde que nacemos, y es el típico caso en que los árboles no nos dejan ver el bosque.
El problema y su solución:
No se le puede decir a nadie que está equivocado en sus creencias sean del tipo que sean, pero si se puede decir y es necesario decir: que no se pueden utilizar técnicas de manipulación de conducta para ninguna causa, porque afectan a la libertad, a la dignidad, a la prosperidad y al buen futuro de la humanidad y a la digna evolución del ser humano que mientras no se libere de estas lacras no va a tener valores personales reales, porque los valores impuestos por terceros no son valores personales, y sin valores personales no se realiza una persona.
Hay que ser honrado consigo mismo y no inventar o adoptar ideas que tranquilicen la conciencia, hay que ser capaces y valientes de decir yo no sé la solución a las preguntas existenciales pero ante todo voy a ser honrado conmigo mismo y no afirmo ni niego nada, ni invento nada de estas cosas, ni me dejo manipular por terceras personas.
Para tener “Fe” en algo, sólo hay que utilizar la más antigua e infalible técnica de manipulación de conducta, que consiste en repetir y repetir algo hasta adquirir de manera automática esa “Fe”.
Tiene la misma transcendencia repetir y repetir “Padre nuestro que estas en los cielos...” o los rezos o lecturas característicos de cualquier otra religión, se debe pensar, meditar, etc. pero nunca repetir con insistencia las ideas que manipulan nuestra voluntad, porque entre otras cosas es un insulto a nuestra inteligencia y capacidad de diálogo.
Estas cosas son para gente joven de espíritu, pero pienso que no se debe de atormentar a los ancianos e incapaces, no hay que preocupar a la gente que se la cause más desasosiego que beneficio porque ya no estén en edad de aprender nada, pero las personas mentalmente útiles que puedan afrontarlo deben afrontarlo sin miedo y con el amor y la ayuda de su entorno, pero en todos los casos no hay que tener miedo a nada en esta sociedad que pretende manipularnos utilizando el miedo como arma.
Hay que cambiar la sociedad del miedo por la sociedad de los valores humanos.
Las personas tenemos una faceta mística o espiritual y otra faceta animal.
De la faceta mística o espiritual es de donde tienen que salir los valores humanos, y de la faceta animal salen nuestros instintos básicos innatos, como el de supervivencia y todos los instintos humanos derivados.
La calidad humana sale de un buen equilibrio entre los valores sociales y los instintos humanos, y no necesitamos que los dirigentes nos digan ante quien tenenos que someternos y a quien tenemos que tener miedo, porque el miedo y las debilidades humanas no dejan evolucionar ni crecer en valores a nadie.
Esta civilización del miedo, del “soma”, las debilidades y adicciones humanas como las drogas químicas y de las drogas tecnológicas y esto nos debilita y empobrece miserablemente.
Hay muchas actividades místicas/espirituales que aportan serenidad, paz, sosiego y buenas sensaciones, que ayudan aun más a confundir al practicante religioso que tiene necesidades espirituales y recibe el confort de un acto espiritual, para recibir ese confort espiritual no hace falta practicar ninguna religión, pues esto tan bien se obtiene practicando “yoga” y otras actividades sociales no religiosas.
Las buenas sensaciones religiosas le hacen pensar que está el el buen camino, y esto sucede con mayor o menor intensidad practicando en según que emplazamientos.
Los templos no se edifican en cualquier sitio y desde tiempos ancestrales esos mismos emplazamientos se han reutilizado por diversas civilizaciones a lo largo de la historia.
El hombre tiene necesidades espirituales y estas necesidades no hay que confundirlas con las religiones, el hombre se puede cultivar espiritualmente al margen de las religiones, pero es muy cómodo que a través de una religión se le ayude a las personas a satisfacer esas necesidades necesidades espirituales, y cuando no se tiene otra formación se queda atrapado dentro ese sistema, de manera que quedan limitados espiritualmente y no se desarrolla plenamente la persona, porque ademas quedan sometidos por las promesas y amenazas de ese sistema, y con promesas y amenazas de que si no se hace algo te castigaran... e iras al infierno... y cosas terribles, y todos los que no están dentro de ese sistema son enemigos... son infieles... cuando el la el verdadero problema es ser infiel con toda la humanidad buscando enemigos donde no los hay y tratar de someter la voluntad de la humanidad entera pensando que están en posesión de la verdad absoluta, que ellos o su sistema son la verdad del universo, cuando en el universo somos una insignificancia y hay que ser muy prepotente y muy ignorante para afirmar verdades tan categóricas, sin pensar la inmensa suerte o casualidad que tenemos de que personajes como “Jesucristo y otros” hallan venido a la tierra con lo inmenso que es el mundo pensando que somos la única civilización existente y nosotros somos el centro del universo. Pero los mandatarios se aferran al poder, carecen de humildad e inteligencia y nos volverán a amenazar con todo su poder y sus medios.
Después de tantos siglos de dominación sobre el hombre ¿quien les va a contradecir?, ¿quien va a quitar su poder? Y en nombre de la paz, el orden, o de algún ente abstracto, serán capaces de hacer la mayor locura y nunca darán un paso atrás, ni siquiera para meditar.
Es muy duro pensar que se ha dedicado toda una vida ha recorrer un camino que solo existe en nuestra mente cobarde que carece de humildad para reconocer que no sabemos nada, y que si no tenemos la humildad de reconocer que no sabemos nos estamos engañando a nosotros mismos y a la sociedad entera.
Cuando alguien tiene algún vicio como el de fumar o beber le gusta que otros fumen o beban para que no se sienta como un bicho raro, pues si ese vicio lo tiene o lo comparte con mucha gente se sienten más normales e integrados en su sociedad. Algo parecido puede pasar con las creencias derivadas del miedo a no tener una respuesta existencial.
Hay personas que se han aferrado a un sistema que nos promete el paraíso, en otra vida, porque nadie tiene la valentía de luchar para que tengamos una buena vida, con justicia de verdad, con honradez y dignidad personal y colectiva hasta que no se llega a situaciones extremas de degradación que remueven la conciencia de la persona mas indolente por un ratito, después se olvida...
Las técnicas de manipulación de conducta se utilizan por todos y para todo, las utilizan los entrenadores deportivos para concienciar a su equipo para estimular su trabajo, porque van a ganar, para esto utilizan sus rituales, canciones, y la repetición continua de una idea que cosiste en decir que somos los mejores.
Las utiliza el ejercito para motivar a los soldados, la policía y las empresas en sus “convenciones” para afirmar una marca, una empresa, un grupo social “especial” con valores elevados, etc. .
Los políticos y las empresas utilizan técnicas de manipulación de conducta muy sofisticadas, que no son precisamente la de rezar o leer miles de veces una idea hasta que hasta que cala en lo más profundo de la conciencia, y para ello utilizan gabinetes especializados, aun que son personas tan prepotentes que si no triunfan en sus fines es porque no hacen exactamente lo que les piden estos consejeros especializados en manipulación humana, las técnicas de manipulación de conducta han funcionado desde el principio de los tiempos.
La manipulación de conducta es el acto más degradante del ser humano, porque mediante este acto se usa y abusa de los más débiles e indefensos mentalmente, para todo tipo de fines, incluidos los más perversos e inmorales.
Los políticos no tienen ninguna intención de proteger a las personas frente a estas agresiones, porque ellos son los responsables y los principales agresores, y respecto a los religiosos puedo decir que no sabia si estos son victimas del sistema y en el fondo son buena gente, pero la clave esta en escucharlos atentamente, da la casualidad que el “papa” anterior en sus múltiples visitas a España siempre se ha despedido diciendo lo mismo, “rezad hijos míos”.
No merecen ninguna credibilidad la “ONU”, la “OMS”, los premios Nobel que utilizan a personas de prestigio para potenciar mentiras, la clase política en general por que son los responsables de esta situación y nunca se ha escuchado de ellos nada de lo que estoy diciendo en este documento.
Si alguien te quiere y te respeta te enseñará todo lo que sabe, y si alguien no te quiere, te contará medias verdades para confundirte, mentiras y hará todo lo necesario para que seas un buen súbdito , obediente.
Disculpad me por insistir tanto, “la manipulación de conducta es la mayor agresión contra los derechos humanos”, y habrá que reclamar por ello ante todos los estamentos.
La cultura limpia y verdadera es la única defensa.
El principal filtro es reconocer abiertamente que “solo sabemos que no sabemos nada”.
Y que cada día debemos cuestionarnos nuestro conocimiento de cualquier tema para poder progresar.
Señores políticos, no nos vuelvan a hablar de derechos humanos, ni de democracia, ni de bien común, ni de derechos sociales, ni de nada, mientras sigan por el camino que llevan.
Señores políticos, no se atrevan a pedir nada a la sociedad, mientras no sean plenamente responsables de sus actos de manera penal, civil, criminal y de todas las ramas del derecho que imponen sobre sus administrados.
No pretendan eludir sus responsabilidades de todo tipo, porque ustedes no cobran para vivir, ustedes viven para cobrar, al menos eso evidencian los sueldos que se otorgan las inmunidades con que se blindan.
Un político necesita saber las penalidades que sufren sus administrados para saber en que tienen que mejorar, es aquello de, “señor presidente ¿cuanto cuesta un café?” y para esto deben de compartir la misma ley y el mismo salario, los políticos son de izquierdas o de derechas en función del sueldo que se otorgan, y se otorgan un sueldo medio o básico, son justos, con esto se consigue que no se haga política de ningún signo y trabajen por el verdadero bien de los ciudadanos, todo lo demás son excusas para seguir abusando de privilegios que no merecen.
Esto no es un ataque a la clase dirigente, solo trato de encontrar soluciones eficaces a tanto desmán, porque se ha llegado a un punto sin salida por tanto abuso de esta clase dirigente
Manuel Arranz. facebook.
.
sábado, 30 de abril de 2011
lunes, 25 de abril de 2011
en la feria del libro de valladolid,promoción libro 7 mayo
Si el tiempo no lo impide ,estaremos promocionando el libro de Fernando S. Turrión , Los discipulos del Señor Pez, el dia 7 de MAYO en la feria del libro de Valladolid, probablemente en la libreria Oletum.
www.losdiscipulosdelsenorpez.com
www.losdiscipulosdelsenorpez.com
miércoles, 13 de abril de 2011
NUEVO LIBRO DE FER S. TURRION. LOS DISCIPULOS DEL SEÑOR PEZ
OS plagio su ultima entrada en su pagina www como adelanto
www.losdiscipulosdelsenorpez.com
Decididamente creo que este libro es una apuesta clara para poner sobre la mesa toda una serie de cuestiones que atañen a los profesores de yoga, a su enseñanza y a su forma de ver la vida.
En cierto sentido puede verse como un intento de acabar con varios estereotipos que, desde mi punto de vista, rodean a los yoguis y yoguinis, y de los que personalmente siempre he tratado de desmarcarme. Veamos algunos.
Son vegetarianos.
No toman ajo, ni café, ni otros excitantes.
Visten de blanco o de naranja.
Se mueven siempre en ambientes tranquilos y silenciosos.
No les gusta la música estridente: pop, rock,…
Creen que Oriente es más espiritual que Occidente.
Creen que vale más la práctica que la teoría.
Rechazan todo tipo de intelectualismo.
Son reacios a entrar en la onda de las nuevas tecnologías: Internet, etc. (y en algunos casos en las viejas).
En general, creo que la mayor parte de los amantes del yoga siguen estos preceptos. Así pues, mi libro pretende dar una visión diferente de lo que significa llevar una vida yóguica. Sencillamente no creo que todo eso nos acerque mucho más al espíritu de lo que podría acercarnos lo contrario. Hay otros factores sutiles que también cuentan, y probablemente en mayor medida que todos éstos.
En otro orden de cosas, ya tenemos ISBN. El libro estará en la calle a primeros de Mayo.
www.losdiscipulosdelsenorpez.com
Decididamente creo que este libro es una apuesta clara para poner sobre la mesa toda una serie de cuestiones que atañen a los profesores de yoga, a su enseñanza y a su forma de ver la vida.
En cierto sentido puede verse como un intento de acabar con varios estereotipos que, desde mi punto de vista, rodean a los yoguis y yoguinis, y de los que personalmente siempre he tratado de desmarcarme. Veamos algunos.
Son vegetarianos.
No toman ajo, ni café, ni otros excitantes.
Visten de blanco o de naranja.
Se mueven siempre en ambientes tranquilos y silenciosos.
No les gusta la música estridente: pop, rock,…
Creen que Oriente es más espiritual que Occidente.
Creen que vale más la práctica que la teoría.
Rechazan todo tipo de intelectualismo.
Son reacios a entrar en la onda de las nuevas tecnologías: Internet, etc. (y en algunos casos en las viejas).
En general, creo que la mayor parte de los amantes del yoga siguen estos preceptos. Así pues, mi libro pretende dar una visión diferente de lo que significa llevar una vida yóguica. Sencillamente no creo que todo eso nos acerque mucho más al espíritu de lo que podría acercarnos lo contrario. Hay otros factores sutiles que también cuentan, y probablemente en mayor medida que todos éstos.
En otro orden de cosas, ya tenemos ISBN. El libro estará en la calle a primeros de Mayo.
articulo plagiado de Libreria Astarté, Valladolid, pg www,
De nuevo plagio a los de Astarté , pero es que son geniales los textos ,jeje
EL VALIOSO TIEMPO DE LOS MADUROS
Escrito de Mario Andrade (Poeta, novelista, brasileño
He contado mis años y he descubierto que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que he vivido hasta ahora...
Me siento como aquel niño al que regalan una bolsa de caramelos: los primeros se los come feliz, pero, cuando se percata de que quedan pocos, comienza a saborearlos profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, en las que se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se conseguira nada.
Ya no tengo tiempo para soportar personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para perderlo con mediocridades
No quiero estar en reuniones donde desfilan ‘egos’ inflados.
No tolero a los manipuladores ni a los aprovechados.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus puestos, sus talentos y sus éxitos.
Detesto, si soy testigo, los efectos que genera la lucha por un cargo importante
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos, si acaso...
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa…
Con pocos caramelos en la bolsa...
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reírse de sus errores.
Que no se vanaglorie con sus triunfos
Que no se considere elegida antes de tiempo.
Que no eluda sus responsabilidades.
Que defienda la dignidad humana.
Y que desee únicamente caminar al lado de la verdad y de la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena vivirla.
Quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de las personas …
Gente a quien los duros golpes de la vida, le han enseñado a crecer con suaves carícias a su alma.
Sí… tengo prisa… para vivir con la intensidad que nada más que la madurez puede dar.
Pretendo no malemplear ni tan solo uno de los caramelos que me quedan.
Estoy seguro que serán más exquisitos que los que me he comido hasta ahora.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres estimados, y con mi conciencia.
Deseo que la tuya sea la misma, porque, de cualquier manera, también llegaras..."
EL VALIOSO TIEMPO DE LOS MADUROS
Escrito de Mario Andrade (Poeta, novelista, brasileño
He contado mis años y he descubierto que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que he vivido hasta ahora...
Me siento como aquel niño al que regalan una bolsa de caramelos: los primeros se los come feliz, pero, cuando se percata de que quedan pocos, comienza a saborearlos profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, en las que se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se conseguira nada.
Ya no tengo tiempo para soportar personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para perderlo con mediocridades
No quiero estar en reuniones donde desfilan ‘egos’ inflados.
No tolero a los manipuladores ni a los aprovechados.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus puestos, sus talentos y sus éxitos.
Detesto, si soy testigo, los efectos que genera la lucha por un cargo importante
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos, si acaso...
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa…
Con pocos caramelos en la bolsa...
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reírse de sus errores.
Que no se vanaglorie con sus triunfos
Que no se considere elegida antes de tiempo.
Que no eluda sus responsabilidades.
Que defienda la dignidad humana.
Y que desee únicamente caminar al lado de la verdad y de la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena vivirla.
Quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de las personas …
Gente a quien los duros golpes de la vida, le han enseñado a crecer con suaves carícias a su alma.
Sí… tengo prisa… para vivir con la intensidad que nada más que la madurez puede dar.
Pretendo no malemplear ni tan solo uno de los caramelos que me quedan.
Estoy seguro que serán más exquisitos que los que me he comido hasta ahora.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres estimados, y con mi conciencia.
Deseo que la tuya sea la misma, porque, de cualquier manera, también llegaras..."
domingo, 10 de abril de 2011
articulo plagiado de Libreria Astarté, Valladolid, pg www,
Bueno, Eloy Para no creo que me mande a los picoletos por el plagio....
Vivimos tiempos de cambio y de transformaciones. Momentos en los que todo parece incierto y amenazante.
El ambiente general no nos ayuda, todo son malas noticias, pésimas expectativas y un sinfín de hechos tremendos que nos arrinconan día a día.
Poco a poco sin darnos casi cuenta nos vamos metiendo en una densa nube negra en la que cada vez nos sentimos más ahogados, pequeños y sin expectativas. El lado oscuro está una vez más haciendo de las suyas, nos quiere engañar sin darnos ninguna tregua.
No debemos dejar que todo esto llegue más lejos. Es el momento de decir: ¡Basta!, sin estridencias, sin subir la voz, pero con toda la fuerza y voluntad que sea necesaria para defender nuestra plaza interior.
Hemos de recuperar a marchas forzadas pequeños principios que son sencillos y que se nos enseñaban como cualquier otra cosa naturales y que hoy ya parecen un recuerdo que se pierda entre la bruma del tiempo.
Por ejemplo, ¿Os acordáis de la fe?
Esa fuerza imparable que puede mover las montañas, que nos quita si queremos de un plumazo todos los miedos. “La Fe o el miedo”
Cuando nos dejamos abrazar por la fe, esa fe nos quita la venda de la cara y disfrutamos del tiempo presente, haciendo que el miedo deje de molestarnos. ¿Lo volvemos a probar?
¿Recordáis la aceptación?
Cuando no teníamos todo lo habido y por haber, nuestros padres nos aleccionaban invitándonos a disfrutar de lo que ya teníamos.
Si nos quejábamos enseguida nos decían: “No te quejes que hay muchos niños que no tienen nada” ¿Rescatamos esa sana costumbre?
Por todo dar las gracias.
El dar las gracias por todo y por todos formaba parte de un código no escrito que indicaba tener una esmerada educación. Ser agradecidos nos llena de satisfacción y nos coloca en un alto lugar. Un viejo refrán castellano lo expresa con toda claridad. “Es de bien nacidos ser agradecidos.
¿Comenzamos a dar las gracias por todo?
No hace tanto que se cantaba….
Tampoco ha pasado tanto desde que se oía a la gente cantar mientras hacían las labores del hogar, o a los albañiles ó pintores imitando con sus floridos cantos a los artistas de moda.
Desde luego no era algo inusual escuchar esa expresión de satisfacción espontánea en cualquiera.
La vida sigue siendo bella, las mañanas nos siguen regalando la luz y él canto de los pájaros que celebran un nuevo día.
Unámonos a aquellos que quieren saborear cada segundo, que buscan vivir con intensidad la maravillosa aventura que es la existencia.
Hemos de volvernos positivos y ante todo descubrir lo bueno que se esconde tras esas fachadas que con frecuencia nos quieren volver seres tristes, pesarosos y llenos de todo tipo de miedos y pesares.
No nos podemos olvidar que la única forma real de cambiar a los demás es a través del ejemplo. ¡Demos ejemplo y cambiemos el mundo!
Vivimos tiempos de cambio y de transformaciones. Momentos en los que todo parece incierto y amenazante.
El ambiente general no nos ayuda, todo son malas noticias, pésimas expectativas y un sinfín de hechos tremendos que nos arrinconan día a día.
Poco a poco sin darnos casi cuenta nos vamos metiendo en una densa nube negra en la que cada vez nos sentimos más ahogados, pequeños y sin expectativas. El lado oscuro está una vez más haciendo de las suyas, nos quiere engañar sin darnos ninguna tregua.
No debemos dejar que todo esto llegue más lejos. Es el momento de decir: ¡Basta!, sin estridencias, sin subir la voz, pero con toda la fuerza y voluntad que sea necesaria para defender nuestra plaza interior.
Hemos de recuperar a marchas forzadas pequeños principios que son sencillos y que se nos enseñaban como cualquier otra cosa naturales y que hoy ya parecen un recuerdo que se pierda entre la bruma del tiempo.
Por ejemplo, ¿Os acordáis de la fe?
Esa fuerza imparable que puede mover las montañas, que nos quita si queremos de un plumazo todos los miedos. “La Fe o el miedo”
Cuando nos dejamos abrazar por la fe, esa fe nos quita la venda de la cara y disfrutamos del tiempo presente, haciendo que el miedo deje de molestarnos. ¿Lo volvemos a probar?
¿Recordáis la aceptación?
Cuando no teníamos todo lo habido y por haber, nuestros padres nos aleccionaban invitándonos a disfrutar de lo que ya teníamos.
Si nos quejábamos enseguida nos decían: “No te quejes que hay muchos niños que no tienen nada” ¿Rescatamos esa sana costumbre?
Por todo dar las gracias.
El dar las gracias por todo y por todos formaba parte de un código no escrito que indicaba tener una esmerada educación. Ser agradecidos nos llena de satisfacción y nos coloca en un alto lugar. Un viejo refrán castellano lo expresa con toda claridad. “Es de bien nacidos ser agradecidos.
¿Comenzamos a dar las gracias por todo?
No hace tanto que se cantaba….
Tampoco ha pasado tanto desde que se oía a la gente cantar mientras hacían las labores del hogar, o a los albañiles ó pintores imitando con sus floridos cantos a los artistas de moda.
Desde luego no era algo inusual escuchar esa expresión de satisfacción espontánea en cualquiera.
La vida sigue siendo bella, las mañanas nos siguen regalando la luz y él canto de los pájaros que celebran un nuevo día.
Unámonos a aquellos que quieren saborear cada segundo, que buscan vivir con intensidad la maravillosa aventura que es la existencia.
Hemos de volvernos positivos y ante todo descubrir lo bueno que se esconde tras esas fachadas que con frecuencia nos quieren volver seres tristes, pesarosos y llenos de todo tipo de miedos y pesares.
No nos podemos olvidar que la única forma real de cambiar a los demás es a través del ejemplo. ¡Demos ejemplo y cambiemos el mundo!
articulo plagiado a fernando aramburu, babelia, el pais, 9 de abril de 2011
no se si es delito plagiarlo pero no me he podido resistir ,espero que no vengan los del tricornio, de parte de Sinde...
No recuerdo haber solicitado nacer español, pero reconozco que hay cosas peores. Las hay también mejores y el hecho fácilmente verificable de que haya escasa o ninguna voluntad de aprender de ellas es lo que duele. No considero a España un problema metafísico. Basta permanecer diez minutos en una de sus calles para comprobar que el país alberga más ruido que esencias
No recuerdo haber solicitado nacer español, pero reconozco que hay cosas peores. Las hay también mejores y el hecho fácilmente verificable de que haya escasa o ninguna voluntad de aprender de ellas es lo que duele. No considero a España un problema metafísico. Basta permanecer diez minutos en una de sus calles para comprobar que el país alberga más ruido que esencias.
Se dice que los españoles duermen poco. La hipótesis parece plausible, a menos que sean connaturales en ellos la impaciencia, el mal humor y las ojeras. Hoy por hoy el español arquetípico consiste en un espécimen humano que, encabronado hasta las orejas, aporrea en medio de un atasco, de forma compulsiva, el claxon de su coche.
El caso es no pertenecer a una élite. No incurrir en el lenguaje refinado, en las maneras sensuales y delicadas, en el cultivo de la elegancia irónica. Menos mal que andamos sobrados de antídotos: las palabrotas, el tuteo agresivo, tus muertos y otros fangos léxicos que eximen al usuario del trabajoso, del inútil empeño de desembalar la perspicacia. No hay más que encender el televisor para darse cuenta de la baja calidad humana que se fomenta y se estila en el país.
El español actual, me corrigen, es inconcebible sin su móvil pegado a la oreja, hablando con desatada indiscreción y abundancia de errores gramaticales en los vagones de los trenes, en los consultorios médicos o dondequiera que le suene el chisme. En el cine, me dicen, no tanto, ya que cada vez son más los que se quedan en casa disfrutando gratis, ante las pantallas de sus ordenadores, del trabajo, el talento y las inversiones económicas de otros.
La gente ¿qué culpa tiene? Los ciudadanos se adaptan, imitan y quieras que no se dejan moldear. Miran y escuchan los noticieros de televisión y, entre dos catástrofes, les meten publicidad. Todos los días reciben su ración de imágenes de homicidas de vecindario, de motoristas inertes, de felpudos ensangrentados y, para postre, del Real Madrid y el Barcelona, también en las cadenas públicas, desfavoreciendo sin tapujos a los demás equipos. Lo usual es que se conceda mayor relevancia informativa al tobillo de un deportista millonario o a las palabras defectuosas de un entrenador portugués que a cuestiones educativas, culturales, financieras...
Se nota que vives fuera, me dicen. ¿Acaso, llegada la ocasión, no se habla del Premio Planeta, acontecimiento cultural supremo, con presencia de la ministra del ramo y de otras autoridades y personas de postín, a pesar de tratarse de un evento de dudosa consistencia literaria, sustentado por una empresa privada? Quizá España sea un país de simples dualidades: PSOE / PP, EL PAÍS / El Mundo, Real Madrid / Barcelona, republicanos / nacionales.
El español residente en el extranjero no está libre de los salpicones de decadencia asociada actualmente al nombre de España; antes al contrario, lo propio es que a uno lo juzguen conforme al mayor o menor prestigio de su lugar de origen. Si naciste canadiense o australiano, aunque seas un hampón, te recibirán con inmediata simpatía, y si naciste en Camboya o en Togo, pues ya no tanto.
De un tiempo a esta parte, la imagen positiva de que gozaba España entre los demás países europeos se ha resquebrajado. La admiración general adoptaba formas múltiples. No era extraño encontrar autores españoles en los escaparates de las librerías. Música y cine españoles despertaban un respeto sin paliativos. Hoy España sólo suscita noticias funestas y ocupa de costumbre (datos económicos, desempleo, informe PISA, deportistas dopados, piratas informáticos) los puestos deshonrosos de las estadísticas. La pérdida de encanto es rotunda y los ciudadanos europeos prefieren cada vez más dirigir su interés hacia otros focos creativos.
Ha habido en el pasado reciente episodios que sonrojan. Ahí va un ejemplo. Tiempo atrás, España fue la invitada de honor de una feria de muestras de Hannover dedicada a la informática. Acudió el presidente del Gobierno, trajeado y sonriente. El mismo día de su llegada saltó a la prensa alemana la noticia del cierre próximo del Consulado General de España en Hannover. Un desaire de marca mayor al anfitrión, que comporta, además, el desamparo administrativo de ocho mil españoles residentes en Baja Sajonia. Ser español es un azar a menudo desfavorable.
Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959) es autor, entre otros libros, de Viaje con Clara por Alemania y Los peces de la amargura (Tusquets). En mayo publicará los cuentos El vigilante del fiordo (Tusquets).
No recuerdo haber solicitado nacer español, pero reconozco que hay cosas peores. Las hay también mejores y el hecho fácilmente verificable de que haya escasa o ninguna voluntad de aprender de ellas es lo que duele. No considero a España un problema metafísico. Basta permanecer diez minutos en una de sus calles para comprobar que el país alberga más ruido que esencias
No recuerdo haber solicitado nacer español, pero reconozco que hay cosas peores. Las hay también mejores y el hecho fácilmente verificable de que haya escasa o ninguna voluntad de aprender de ellas es lo que duele. No considero a España un problema metafísico. Basta permanecer diez minutos en una de sus calles para comprobar que el país alberga más ruido que esencias.
Se dice que los españoles duermen poco. La hipótesis parece plausible, a menos que sean connaturales en ellos la impaciencia, el mal humor y las ojeras. Hoy por hoy el español arquetípico consiste en un espécimen humano que, encabronado hasta las orejas, aporrea en medio de un atasco, de forma compulsiva, el claxon de su coche.
El caso es no pertenecer a una élite. No incurrir en el lenguaje refinado, en las maneras sensuales y delicadas, en el cultivo de la elegancia irónica. Menos mal que andamos sobrados de antídotos: las palabrotas, el tuteo agresivo, tus muertos y otros fangos léxicos que eximen al usuario del trabajoso, del inútil empeño de desembalar la perspicacia. No hay más que encender el televisor para darse cuenta de la baja calidad humana que se fomenta y se estila en el país.
El español actual, me corrigen, es inconcebible sin su móvil pegado a la oreja, hablando con desatada indiscreción y abundancia de errores gramaticales en los vagones de los trenes, en los consultorios médicos o dondequiera que le suene el chisme. En el cine, me dicen, no tanto, ya que cada vez son más los que se quedan en casa disfrutando gratis, ante las pantallas de sus ordenadores, del trabajo, el talento y las inversiones económicas de otros.
La gente ¿qué culpa tiene? Los ciudadanos se adaptan, imitan y quieras que no se dejan moldear. Miran y escuchan los noticieros de televisión y, entre dos catástrofes, les meten publicidad. Todos los días reciben su ración de imágenes de homicidas de vecindario, de motoristas inertes, de felpudos ensangrentados y, para postre, del Real Madrid y el Barcelona, también en las cadenas públicas, desfavoreciendo sin tapujos a los demás equipos. Lo usual es que se conceda mayor relevancia informativa al tobillo de un deportista millonario o a las palabras defectuosas de un entrenador portugués que a cuestiones educativas, culturales, financieras...
Se nota que vives fuera, me dicen. ¿Acaso, llegada la ocasión, no se habla del Premio Planeta, acontecimiento cultural supremo, con presencia de la ministra del ramo y de otras autoridades y personas de postín, a pesar de tratarse de un evento de dudosa consistencia literaria, sustentado por una empresa privada? Quizá España sea un país de simples dualidades: PSOE / PP, EL PAÍS / El Mundo, Real Madrid / Barcelona, republicanos / nacionales.
El español residente en el extranjero no está libre de los salpicones de decadencia asociada actualmente al nombre de España; antes al contrario, lo propio es que a uno lo juzguen conforme al mayor o menor prestigio de su lugar de origen. Si naciste canadiense o australiano, aunque seas un hampón, te recibirán con inmediata simpatía, y si naciste en Camboya o en Togo, pues ya no tanto.
De un tiempo a esta parte, la imagen positiva de que gozaba España entre los demás países europeos se ha resquebrajado. La admiración general adoptaba formas múltiples. No era extraño encontrar autores españoles en los escaparates de las librerías. Música y cine españoles despertaban un respeto sin paliativos. Hoy España sólo suscita noticias funestas y ocupa de costumbre (datos económicos, desempleo, informe PISA, deportistas dopados, piratas informáticos) los puestos deshonrosos de las estadísticas. La pérdida de encanto es rotunda y los ciudadanos europeos prefieren cada vez más dirigir su interés hacia otros focos creativos.
Ha habido en el pasado reciente episodios que sonrojan. Ahí va un ejemplo. Tiempo atrás, España fue la invitada de honor de una feria de muestras de Hannover dedicada a la informática. Acudió el presidente del Gobierno, trajeado y sonriente. El mismo día de su llegada saltó a la prensa alemana la noticia del cierre próximo del Consulado General de España en Hannover. Un desaire de marca mayor al anfitrión, que comporta, además, el desamparo administrativo de ocho mil españoles residentes en Baja Sajonia. Ser español es un azar a menudo desfavorable.
Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959) es autor, entre otros libros, de Viaje con Clara por Alemania y Los peces de la amargura (Tusquets). En mayo publicará los cuentos El vigilante del fiordo (Tusquets).
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